Como comentaba en entradas anteriores, los aspectos positivos que acompañan a una buena gestión turística son muchos, sobretodo en términos económicos. Sin embargo, las consecuencias culturales o medioambientales pueden no ser tan positivas y a menudo son, además, olvidadas por parte de los gestores turísticos, que venden el desarrollo turístico de un lugar como el salvador de la economía y adalid del desarrollo, cuando en realidad, si una actividad de este tipo no se complementa y coordina con el resto de elementos de un territorio, puede no ser positiva tan positiva e incluso tremendamente negativa. Este tipo de cuestiones son perfectamente constatables en zonas del mediterráneo español, donde podremos encontrar buenos ejemplos de grandes urbanizaciones, hoteles y resorts turísticos con todo lujo situados al lado de lugares con escaso desarrollo de servicios básicos para la comunidad y sobretodo, de un gran impacto medioambiental.
En términos culturales, podemos afirmar que las diferencias entre los visitantes y los visitados son, en muchos casos, evidentes y palpables, con lo que el malestar de la población local ante una “invasión” turística puede ir en crecimiento a medida que, por ejemplo, prolifera la construcción de equipamientos turísticos y se dejan de lado infraestructuras locales básicas. Además, el turismo puede llevar a una mercantilización extrema de un determinado lugar, despojando a las tradiciones y procesos de una población/cultura de valor o significado.
En definitiva, el turismo debe ser tratado como una actividad positiva desde el punto de vista económico y de creación de empleo directo e indirecto, pero debe desarrollarse en base a unos criterios que permitan integrar de la forma más ordenada posible las características y condiciones naturales, físicas, culturales, sociales de una zona con los turistas y visitantes que va a acoger.
En el contexto económico actual, es indiscutible que el peso del turismo es muy relevante.
ResponderEliminarHoy en día los países mas avanzados apuestan también por el turismo como un complemento positivo para su economía y enriquecedor en un mundo globalizado como el actual, pero es aquí donde forzosamente debemos plantearnos el problema que propones.
Los aspectos negativos que puede acarrear el turismo cuyos mejores ejemplos ha abanderado españa durante décadas y que ahora comienzan a verse los grandes daños que pueden generar a medio y largo plazo fruto de unas políticas turísticas fundadas en la facilidad del corto plazo.
Lo positivo que debiesemos sacar de estas situaciones sería la experiencia que tenemos en España sobre diversas actuaciones cuanto menos desafortunadas.
Galicia como región periférica e históricamente atrasada en muchos sectores, en el sector turístico también, debe aprovechar la poca importancia que este tuvo hasta la actualidad para desarrollar este conforme a una idea de desarrollo y progreso para Galicia reconociendo las peculiaridades de este país.
No nos sirven los modelos para otras zonas de España, para Galicia debe desarrollarse una política específica basada en un estudio previo de sus realidades (nadie puede dudar ya del infinito potencial que tiene), apoyado siempre en la diversificación ya que tenemos multitud de recursos: historia, naturaleza, cultura, sociedad.
En mi opinión es muy importante crear un "turismo" propio, que logre colocarnos en el mundo como marca de calidad reconocible y sobre todo con la que nos reconozcamos, integrado en la sociedad, que conecte al turista con la gente, y eso en Galicia es muy viable debido a que tenemos infinidad de pequeños pueblos y ciudades medias y pequeñas, escalas turisticas que deben permitir una mejor manera de relacionar a estos dos indiviudos, turista y ciudadano para que se de un mutuo enriquecimiento.
Es decir, intentando que el turismo trascienda lo econímico revertirá mejor en la socidad, y debemos decir que lo económico es también un factor social.